viernes, 22 de septiembre de 2017
martes, 12 de septiembre de 2017
376
Trescientos setenta y seis días, y te tengo noticias.
Supe que terminaste el tejido, acompañada de un Telémaco está grande y fuerte.
Jamás encontré el ovillo de Ariadna.
Pese a mis esfuerzos, la piedra de Sísifo siguió resbalando por la pendiente.
No hubo viajero que calzara con mi catre de hierro.
No pasó día en que no recordara cuando apagamos juntos el fuego de Prometeo, ni hubo canción romántica que no me hiciera un hueco en las entrañas. Recordarte por las noches fue un águila que me devoró el hígado día tras días.
Vi a Atlas frente al espejo, soportando sobre sus hombros el peso de tu ausencia, y como Tántalo, nunca pude morder la manzana que colgaste sobre mi cabeza.
Pero ha valido la pena.
Trescientos setenta y seis días para decirte que todo está por fin en orden. Asumimos. No le temo a las tijeras de Átropos. Si me muriera mañana, moriría conforme.
De la mano de Pirro, celebramos la victoria más triste del mundo.
lunes, 11 de septiembre de 2017
Sugerencia
Por aquel entonces no teníamos divorcio vincular, por eso creí que eso que dijo el padrecito -que esta cosa era hasta que la muerte nos separase- era una sugerencia
Garúa
Las calles estaban allí, rectas, mirándonos pasar
Tan rectas como tu conversación, que comenzaba a aburrirme.
Sin embargo, de pronto, el cielo comenzó a regalarnos una garúa.
Y ya nada fue lo mismo.
(Para mi desgracia, nada fue lo mismo)
Desde entonces, espero una nueva lluvia (Lo que es peor)
Sin embargo, de pronto, el cielo comenzó a regalarnos una garúa.
Y ya nada fue lo mismo.
(Para mi desgracia, nada fue lo mismo)
Desde entonces, espero una nueva lluvia (Lo que es peor)
Lucha de clases
"Mientras Ustedes lesean en clases, en otro sector de Santiago se están preparando quienes serán sus patrones Y ellos no pierden el tiempo" (Reportaje de Canal 13, refrito el 29 de diciembre de 2007 Ignoro el programa desde que fue recogido la frase pertenece a un profesor de Puente Alto, del Liceo San Gerónimo)
Con un comentario así de fuerte, en el contexto de un reportaje así de fuerte, hasta yo entiendo la lucha de clases
Y yo apuesto por Puente Alto
Esa revolución, en que las clases competirán, pero en que saldrá mejor parada la que tenga mejor educación, es una lucha que no quiero perderme
Este es un tapaboca para los anarquistas, para los subversivos de bonito discurso incendiario, para los dirigentes que sólo sirven para autorendirse culto, y apedrear pacos.
Hay dos clases de pobres: los que siguen durmiendo, y soñando con lo que le cuentan al oído los políticos, las visitadoras sociales, los medios, la publicidad, etc Y estamos nosotros, los que ya nos cansamos sólo de soñar
"Mientras Ustedes lesean en clases, en otro sector de Santiago se están preparando quienes serán sus patrones Y ellos no pierden el tiempo" (Reportaje de Canal 13, refrito el 29 de diciembre de 2007 Ignoro el programa desde que fue recogido la frase pertenece a un profesor de Puente Alto, del Liceo San Gerónimo)
Con un comentario así de fuerte, en el contexto de un reportaje así de fuerte, hasta yo entiendo la lucha de clases
Y yo apuesto por Puente Alto
Esa revolución, en que las clases competirán, pero en que saldrá mejor parada la que tenga mejor educación, es una lucha que no quiero perderme
Este es un tapaboca para los anarquistas, para los subversivos de bonito discurso incendiario, para los dirigentes que sólo sirven para autorendirse culto, y apedrear pacos.
Hay dos clases de pobres: los que siguen durmiendo, y soñando con lo que le cuentan al oído los políticos, las visitadoras sociales, los medios, la publicidad, etc Y estamos nosotros, los que ya nos cansamos sólo de soñar
A la orilla del camino.
A la hora del crepúsculo, sentado a la vera del camino, ¿Qué te dicen los caminos recorridos?
A mí me dicen que valió la pena recorrerlos
A mí me dicen que valió la pena recorrerlos
In nomine patris...
Te recuerdo en esta misma plaza
Tantas veces.
En la época de la Universidad; en la de los primeros empleos; en noviazgos incipientes; en peleas de enamorados. Nos recuerdo en esta misma plaza, enamorándonos; en nuestro primer beso; en nuestras primeras peleas; y en la bifurcación definitiva de nuestros caminos
Recuerdo esta plaza en días de soledad añorándote; en días de desengaño odiándote; la recuerdo en tardes de tomar conciencia de que hay un solo gran amor en la vida.
Recuerdo esta plaza siempre. Y tenías razón pues: fuiste y eres el amor de mi vida; de esos de toda la vida y para siempre.
Y sin embargo, hoy asistiré a tu matrimonio, pero no como tu novio. ¡Te casas con otro, desgraciada! Pero bueno, qué va Ya es hora; a trabajar
[Dicho esto, el padre Carlos cruzó la Plaza Victoria y se encaminó a la Catedral para celebrar el matrimonio]
En la época de la Universidad; en la de los primeros empleos; en noviazgos incipientes; en peleas de enamorados. Nos recuerdo en esta misma plaza, enamorándonos; en nuestro primer beso; en nuestras primeras peleas; y en la bifurcación definitiva de nuestros caminos
Recuerdo esta plaza en días de soledad añorándote; en días de desengaño odiándote; la recuerdo en tardes de tomar conciencia de que hay un solo gran amor en la vida.
Recuerdo esta plaza siempre. Y tenías razón pues: fuiste y eres el amor de mi vida; de esos de toda la vida y para siempre.
Y sin embargo, hoy asistiré a tu matrimonio, pero no como tu novio. ¡Te casas con otro, desgraciada! Pero bueno, qué va Ya es hora; a trabajar
[Dicho esto, el padre Carlos cruzó la Plaza Victoria y se encaminó a la Catedral para celebrar el matrimonio]
Ocaso
Aún sigue elevándose el humo, así como las oraciones de gratitud.
El viaje termina, las naves ardieron, el corazón sonríe
El viaje termina, las naves ardieron, el corazón sonríe
Autopsia
-¿Es él?
- Sí. Lo es ¿Dónde lo encontraron?... ¿Sabe usted como ocurrió?
- Sí, a mí me correspondió ir con el Fiscal.
- ¿Fue asesinado?
- No.
- ¿Suicidio?
- No.
- No me diga. Chocó en ese absurdo viaje que intentó.-
- No.
- ¿Se cortó el elástico del bungee?
- No.
- ¿Confundió de nuevo el paracaídas con la mochila del notebook?
- No.
- ¿Sífilis?
- No.
- ¿Entonces?
- Fue arrollado. Lo atropellaron.
- ¿Un camión?, ¿un tanque?...
- No. Se quedó mucho tiempo detrás de un escritorio, marcando el paso, dejó de soñar, y la vida le pasó por encima.-
- Sí. Lo es ¿Dónde lo encontraron?... ¿Sabe usted como ocurrió?
- Sí, a mí me correspondió ir con el Fiscal.
- ¿Fue asesinado?
- No.
- ¿Suicidio?
- No.
- No me diga. Chocó en ese absurdo viaje que intentó.-
- No.
- ¿Se cortó el elástico del bungee?
- No.
- ¿Confundió de nuevo el paracaídas con la mochila del notebook?
- No.
- ¿Sífilis?
- No.
- ¿Entonces?
- Fue arrollado. Lo atropellaron.
- ¿Un camión?, ¿un tanque?...
- No. Se quedó mucho tiempo detrás de un escritorio, marcando el paso, dejó de soñar, y la vida le pasó por encima.-
Jodidos
Un día ella bajó la guardia, y se le escapó un es que todavía amo a ese imbécil. Y yo lo supe.
Y desde entonces ya no duele tanto .
Porque si yo me jodo, que ella también se joda
jueves, 7 de septiembre de 2017
Fuego
Volví, y te esperé tantas horas en la puerta
Un último intento
Y como no llegaste nunca, me pregunté como sacarme el sabor a ti.
¿Y si te bloqueo en el Whatsapp?
¿Y si te bloqueo en el Facebook?
¿Y si quemo tus cartas?
¿Y si quemo tus flores?
¿Y si quemo todo lo que me recuerda a ti?
[Quemo la puerta- quemo ese libro-quemo esos dibujos- quemo las ventanas-quemo la plaza - quemo esas conversaciones-quemo esos recuerdos-quemo esas canciones- quemo las fotos-quemo esas calles-quemo la ciudad entera-quemo el pasado -y no sería mala idea quemarme yo mismo ]
¿Y si mejor un día le prendo fuego a ese maldito cielo, bajo el cual nos miramos a los ojos durante horas ese día?
[Mañana te cuento cómo me fue]
martes, 5 de septiembre de 2017
Los aromas de la Navidad.
Voy muy lento. No paran de darme bocinazos Vale la pena parar en la berma y aprovechar el olor a navidad.
Tengo una memoria nasal (por llamarla de alguna manera); inevitablemente en esta época no recuerdo sino olores.
El aroma del pino natural, cuando mi papá vivía: para él el asunto del árbol era una cuestión de importancia capital. Recuerdo el olor a vereda recién mojada secándose al sol de la mañana de aquel día en que recibí la carta que yo mismo había escrito en el Kinder unos días atrás, y que las brillantes tías pusieron dentro de un sobre dirigido a mi mamá, haciéndome descubrir que el anciano de rojo, con probable demencia senil que le hacía dilapidar sus bienes entre niños desconocidos, era una farsa (bueno, las tías no tenían por qué saber que yo recibía y leía a esa edad la correspondencia en mi casa).
Recuerdo el olor a papel de regalo Recuerdo el aroma a nervios y a incienso de aquellas navidades que pasaba con mis amigos (la familia que yo elegí) en San Martín, en aquellas Misas apoteósicas; las mismas Misas que hoy me provocan un poco de rechazo: si en la Misa el sacerdote y equipo de ayuda terminan siendo aplaudidos por los fieles, como si se hubiese tratado de un show, quiere decir que los fieles se sintieron fuera de ese escenario. Mejor verla por la TV o arrendar el video, no?
Recuerdo asimismo, esa navidad en que aun persistía el olor a flores del velorio de mi papá Desde entonces (1992) en mi familia no hacemos regalos en navidad.
Recuerdo el aroma de aquella cena, hace un par de años, cuando tuvimos la primera navidad sin la mamá (2005)
Recuerdo a cada uno de mis amigos
Me pregunto si me recordarán como yo lo hago; no sería reprochable que me hayan olvidado Un vehículo arroja una ráfaga que me hace caer en la cuenta que yo no he conducido lento, sino que todos andan demasiado rápido hoy Agradezco el que en mi casa no se hagan regalos en esta época Esta es la navidad desnuda, sin marketing, sin viejos pascueros asándose en las calles de este hemisfero, sin panes extracalóricos, sin monos de nieve desubicados, sin estrés, sin deudas... Echo andar el motor y continúo, no sin antes orar un poco y felicitar a mi amigo por su cumpleaños.
Le debo el regalo
Fair play
¿Aló?
Sí, sorry, se cortó por un momento. ¿Acaso me arrepiento?
Bueno, la verdad sí Me arrepiento de mi tibieza
No, no No de eso
No me malinterpretes
No me arrepiento del bendito viraje en U que me salvó de tamaño cagazo
Al contrario, me arrepiento de haber sido tan respetuoso de los pasos de cebra y de los ceda el paso, y de las luces rojas y de las luces verdes peatonales Me arrepiento de no haber apretado el acelerador a fondo Por último, si me iba a putear, que lo hiciera con razón, ¿no? Me apesta esa compasión y esa prudencia mías, que suelen ser más grandes que mi amor propio
Ah, pero es que tú no la conociste poh ¡Me carga esa solidaridad de género que tienes a veces! Mira, yo estaba allí, yo me mamé esos meses asquerosos, yo la conocí Y te digo: ella se merecía tener estampada en la frente, o en lugar donde terminan sus amoríos, los número de la patente de mi vehículo
Me pesa tanto a veces respetar esos malditos pasos de cebra
Ya, y debo cortar, que hay unos pacos, y no quiero que me parteen por ir hablando por celular
Besos Tuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
Bueno, la verdad sí Me arrepiento de mi tibieza
No, no No de eso
No me malinterpretes
No me arrepiento del bendito viraje en U que me salvó de tamaño cagazo
Al contrario, me arrepiento de haber sido tan respetuoso de los pasos de cebra y de los ceda el paso, y de las luces rojas y de las luces verdes peatonales Me arrepiento de no haber apretado el acelerador a fondo Por último, si me iba a putear, que lo hiciera con razón, ¿no? Me apesta esa compasión y esa prudencia mías, que suelen ser más grandes que mi amor propio
Ah, pero es que tú no la conociste poh ¡Me carga esa solidaridad de género que tienes a veces! Mira, yo estaba allí, yo me mamé esos meses asquerosos, yo la conocí Y te digo: ella se merecía tener estampada en la frente, o en lugar donde terminan sus amoríos, los número de la patente de mi vehículo
Me pesa tanto a veces respetar esos malditos pasos de cebra
Ya, y debo cortar, que hay unos pacos, y no quiero que me parteen por ir hablando por celular
Besos Tuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
En silencio.
Siempre.
Y yo siempre le preguntaba por qué. Pero él jadeaba, tan ocupado en amarme, que no me respondía, sino con un romántico no digas nada
Y yo pensaba que era muy romántico el considerar que estaban de más las palabras en esos momentos en que nos decíamos un te amo con todo nuestro cuerpo.
Siempre en esos momentos en que éramos uno, me decía no abras la boca, shhhhh, no hables, amor, ¡y se escuchaba tan romántico!
Me derretía pensar que él no necesitara que yo hablara para que entráramos en sintonía; me emocionaba que no necesitáramos hablar
Con su no abras la boquita amor, me hacía sentir la mujer más deseada del universo
Hasta que un día, después de hacerlo, y mientras ambos, acostados de espaldas, y exhaustos mirando el cielo raso, sin mirarlo, le pregunté esperando una respuesta tan romántica como esas invitaciones a amarnos en silencio por qué no le gustaba que le hablara mientras lo hacíamos
- Es que tienes pésimo aliento, amor - me dijo
Ley de Murphy
- Ley de Murphy: Siempre que uno se quiere matar, el tren de las seis se demora lo suficiente para que llegue cualquier idiota a tratar de detenerlo a uno, se aglutine gente, venga la prensa, la fuerza pública, un sacerdote y un político, y uno no se logre suicidar, y quede ante la opinión pública como más miserable de lo que en realidad es, yéndose con la oportunidad de morir, la última brizna de dignidad que a uno le quedaba
¡Si el tren demora un minuto más, creo que me pescaré un resfrío! ¡Está tan helado el maldito riel!
- ¡Maaauricioooo!, no lo haaagaaaasss !!!
- ¡Uf!, ¡Allá vamos de nuevo!
El puente.
A uno le acomodaría más que Dios destruyera todos los puentes que uno cruza; que pusiera señales de no virar en u en todas las esquinas; que arrancara todo retrovisor de nuestros vehículos; y que mandara a un Querubín a quemar por nosotros aquellas cartas y aquellos discos
Que nos pusiera zapatos venenosos, para ir matando los caminos a medida que los andamos.
Pero no ¡tenía que darnos libertad!, ¿no?...
Que tras nosotros cayera fuego y azufre del Cielo quemando las ciudades visitadas; que las pestes de Egipto se hagan un festín con nuestro pasado. Nos vendría bien que Dios cerrara las aguas tras nosotros Nos acomodaría ir de isla en isla, empezando de cero en cada una, y con aguas infestadas de tiburones Pero no Ahí está el puente aún.
Intacto.
La tentación de las escaleras.
Siempre tuve la opción (y la tentación) de subir esas escaleras que llevan a tu casa.
Sobre todo ese día.
Pude parar el auto; hacer caso omiso de las obligaciones. Pero no: seguí, dejando tus escaleras dibujadas en mi retrovisor Y es que iba tan atrasado a la Iglesia, que ni pensé en parar.
Hubiese sido de pésimo gusto que justamente yo me perdiera la primera parte de la ceremonia
Ahora me pregunto, qué hubiese pasado si ese día hubiese dejado el auto a la vera del camino, hubiese subido corriendo por esas escaleras Y aprovechando que iba vestido de novio, te hubiese pedido que te casaras conmigo
Penélopo.
Siempre me pareció una ridiculez eso de Penélope (Tanto la de los Griegos, como la de Serrat, pasando por el Muelle de San Blas y otros tantos plagios parciales).
Eso hasta ahora, que partiste, y me dijiste Voy y vuelvo. Espérame, que llegaré con el bus de las ocho
...Y me escuché diciéndote Amor mío, yo te espero; todo el día, y hasta toda la vida si es necesario.
Pasó ese día; pasaron los años, y con ellos pasó mi adolescencia, pasó mi adultez, pasó mi vida; y como promesa de político, nunca llegaste.
Y te sigo esperando, acá, al lado de ese paradero ¿No me reconoces?
El barco de Teseo.
- Escucha esta historia, Juan Pablo: El barco en el cual volvieron de Creta el héroe Teseo y los jóvenes de Atenas, tenía 30 remos, y los atenienses lo habían conservado desde la época de Demetrio de Falero. Así, cuando se averiaba, iban retirando las tablas estropeadas y las reemplazaban por unas nuevas y más resistentes, al punto que a la época de Teseo, no quedaba ni una sola de las tablas de los tiempos de Demetrio, convirtiéndose en un buen ejemplo del problema filosófico de la identidad de las cosas que crecen ¿Ves Juan Pablo?, ese barco, ya no era el barco de Demetrio.
- Ya. ¿Y?
- Qué así están las cosas: Tú no eres con quien me casé, y lo más grave, ya no eres de quien me enamoré. Aquel, ya no existe más .
Camas Separadas
- Qué tengas buenas noches amor. Apaga la luz, por favor.
- OK, amor, qué duermas bien. Hasta mañana.
- Hasta mañana.
-Antes de dormir, amor...
- Dime.
- Ha sido maravilloso el estar casada contigo. Ha sido muy buena idea el vivir a tu lado de esta manera. El tener camas separadas, de este modo, ha salvado nuestro matrimonio.
- Si no fuera por vivir el matrimonio de esta manera, quizá ya estaríamos divorciados; o locos; o muertos. Pero no pensemos en eso ahora.
Quítate la camisa de dormir...
- Ay, pero amor...
- Vamos, hazlo sabes que me gusta
- Pero amor a nuestra edad llevamos 52 años de matrimonio
- No hay edad para esto, amorcito quítatela.
- Si te pones así de odioso, te corto el teléfono...
Y doña María terminó por colgar el teléfono. María vivía en Valparaíso, y su marido en Punta Arenas, desde que se casaron .
Sentido común.
- Jaimito era muy prudente, y observaba las reglas al pie de la letra.
Una vez, en esta misma esquina, apretó el botón y cruzó la calzada.
Se saltaron alguna cosa quienes diseñaron el letrerito: Parece que, además de apretar el botón, había que esperar el monito en verde .
A Jaimito, lo hizo bolsa un camión.
-Ya ¿Y?
- Contigo me siento como Jaimito. Siempre cumpliendo lo debido, apretando botones, pero con el sentido común derogado.
Escape.
¿Sabes, amor, en qué se parece y en que se diferencia de un viaje en ómnibus nuestra relación?
Pues en que al igual que los pasajeros despistados, si no vimos el letrerito antes de subirnos, una vez en marcha, no sabemos para donde va la micro.
Y se diferencia en que, incluso en ese caso, los pasajeros despistados tienen, en caso de una catástrofe, una salida de emergencia ...
Tras de ti.
Tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap tap...
Y sólo mis pasos se oyeron esa noche, cuando me arrepentí y salí corriendo tras de ti .
Pero tú ya no estabas en la calle . Seguramente doblaste por alguna esquina. No sé cuál.
Después de todo, a ti siempre te dio lo mismo doblar por cualquier esquina...
El muro.
¿Nunca has sentido deseos irrefrenables de empinarte sobre el muro que construiste, y mirar de modo furtivo lo que hay detrás? ¿O acaso me dirás que no has sentido la necesidad de saber de ella?
No te creo.
Apuesto que has sentido la necesidad de trepar por esa muralla que levantaste, e ir por ella .
Cuidado.
Siempre que haya un muro, estará también la tentación de saltarlo.
Uno
Habrán de fresa y chocolate .
Habrán en todas las formas y colores.
Habrán de distintas aromas y texturas .
Habrán automáticos y en diseños pop art, cubistas e impresionistas .
Habrán petroleros y bencineros .
A crédito y al contado.
También habrán adictivos y libres .
Habrán inclusive mejores .
Pero sólo habrá un -y sólo un- primer amor. Sólo uno .
El guardavía.
Entonces, siempre que me arriesgo, y cruzo la línea férrea, y mi automóvil termina como el bandoneón de Piazzola, me siento a la vera del camino.
Y siempre lo mismo: me culpo golpeando el suelo con mis puños hasta sangrar; me siento un imbécil por haber mordido el anzuelo; me desespero porque aun no termino de pagar el auto destruido; me siento un temerario con mal cálculo; y cuando no puedo sentirme peor, llega el guardavía, ese despreciable personaje que a todos nos ha tocado conocer: siempre actúa ex post y cuando me ve así, destrozado, y mi auto como acordeón, dice algo como:
¿No vio la señalética?... No diga que no se lo advertimos...
Creso
El oráculo dijo que iba a romper un corazón ...
Habiendo escuchado al oráculo, se desvanecieron las dudas, "al diablo la prudencia", me dije. Y me lancé.
Pero justo cuando estaba a punto de saltar el muro, despreciando todos y cada uno de los ladrillos que me costó tanto construir; cuando estaba a punto de lanzarme al otro lado; recordé a mi amigo Creso , y desistí, quedándome por horas mirando de nuevo sólo el muro, y preguntándome qué será de ti ...
La ventana.
Me preguntas cuando te dejé de amar.
Y yo hago memoria de cuando nos conocimos. Yo pasaba por acá, buscando a una María, cuando de pronto, te vi por tu ventana abierta.
Hago memoria, y me veo visitándote, noche tras noche, en aquella ventana; cantándote canciones al oído; recitándote esos poemas tontos; llevándote violetas en canastillos...
Pero no recuerdo cuando te dejé de amar .
Hago memoria y me veo empinándome en aquella ventana para besarte y compartir contigo algodón de azúcar y cabritas. .. Haciendo el papel de idiota...
Pero no fue ahì cuando te dejè de amar.
Hago memoria y recuerdo que por aquella ventana también te vieron mis amigos, en quehaceres no muy santos.
Pero no fue ahí tampoco cuando te dejé de amar.
Hago memoria y me veo llorando a los pies de esa ventana, prometiéndome jamás volver a pasar por ahí.
Hago memoria y me veo, al otro día, sonriendo como estúpido, mientras oigo las palabras que caían desde aquella ventana, y que quise creer .
Pero te juro que no recuerdo cuando te dejé de amar .
Recuerdo, eso sí, que un día, cuando pasé por ahí, descubrí que habías tapiado para siempre tu ventana.
No sé si ahí te dejé de amar; pero lo que sí sé, es que si no la hubieras tapiado, aún te seguiría amando .
Volveré.
...Y me dejaste esa fotografía tuya, con una leyenda atrás que decía "Volveré", y eso me sonó a promesa.
Hoy la leo y me suena a amenaza.
Mira quién habla...
-¿Aló?... No
no me cortes, por favor
... No digas nada.
Yo sé que dijimos que ya no más; que no debemos llamarnos, y que dijimos que no nos buscaríamos...
Pero es que quería contarte, querida Helena, que me llamó el Juez de Letras de La Calera, y me ofreció trabajar junto a él, con el grado de oficial 2° ¿Cachai? ¡Me llamó el mismísimo Juez!...
Y como en Febrero yo me quedaba sin trabajo, me viene como anillo al dedo. ¡Es algo tan importante para mí, que quería compartirlo contigo !
- Espera, déjame decirte algo ...
- No, amor, no digas nada. Ya suficiente hablaste en el pasado. Todo lo dijiste tú, y yo fui un tonto al quedarme callado.
¿Pero sabes? No me volveré a quedar callado Te diré algo que siento y contra lo que quise luchar Helena amada, yo te amo, y te amé siempre, incluso cuando me fui, incluso cuando me resistí a amarte ¡Helena te amo!
- Espera, déjame decir ...
- No Helena, no digas más, yo ...
- ¡¡Boludo, qué acá no hay ninguna Helena!!. ¡¡Número equivocado!!
Yo sé que dijimos que ya no más; que no debemos llamarnos, y que dijimos que no nos buscaríamos...
Pero es que quería contarte, querida Helena, que me llamó el Juez de Letras de La Calera, y me ofreció trabajar junto a él, con el grado de oficial 2° ¿Cachai? ¡Me llamó el mismísimo Juez!...
Y como en Febrero yo me quedaba sin trabajo, me viene como anillo al dedo. ¡Es algo tan importante para mí, que quería compartirlo contigo !
- Espera, déjame decirte algo ...
- No, amor, no digas nada. Ya suficiente hablaste en el pasado. Todo lo dijiste tú, y yo fui un tonto al quedarme callado.
¿Pero sabes? No me volveré a quedar callado Te diré algo que siento y contra lo que quise luchar Helena amada, yo te amo, y te amé siempre, incluso cuando me fui, incluso cuando me resistí a amarte ¡Helena te amo!
- Espera, déjame decir ...
- No Helena, no digas más, yo ...
- ¡¡Boludo, qué acá no hay ninguna Helena!!. ¡¡Número equivocado!!
De noche, todos los gatos son negros.
- Una vez te vi llorar, pidiendo a gritos no enamorarte de mí (equis).
- Una vez te dejé llorando mientras me iba a jugar dominó con mis amigos (círculo).
- Logré por fin que te enamoraras de mí, y que desearas estar a mi lado, más que cualquier cosa en este mundo (equis).
- Yo también logré que te enamoraras de mí (círculo).
- Pero a mi el amor me duró menos de una semana (equis).
- ...
- (¡raya!)
La fortuna favorece a los audaces.
Perséfone querida:
Me acordé de un niño que conocí hace tiempo. Y no pude evitar querer contártelo.
¿Te acuerdas de ese muchacho que un día dijo "mañana me levanto a las seis, porque tengo que ir a la Universidad", sin tener en los bolsillos más que quince lucas? Ese cuya familia no lo supo sino hasta ese domingo en que el muchacho dijo a qué hora se levantaría el lunes; ese a cuya familia no les parecía buena idea lo de la Universidad ¿recuerdas?
¿Te acuerdas de ese tipo arriesgado, que postuló a becas y a crédito, cuyos resultados le darían en mayo de ese año? ¡Y él sin más que con quince lucas en los bolsillos !
¿Te acuerdas de ese chico arriesgado? ¿A ese al que yo admiraba tanto? ¿Ese que soñaba con una carrera Universitaria, pero que tenía los puros sueños? ¿Ese que decía que soñar algo es empezar a tenerlo?
Pues, yo lo había olvidado.
Hasta hoy, en que me topé con otro oligofrénico, que también hizo una locura semejante: Hoy es su último día de trabajo en ese Estudio Jurídico donde trabajaba (y donde se encuentra seguro), y se lanza a otro trabajo, desconocido, más difícil y con más responsabilidad .
No tiene idea de la pega. Pero él dice que Dios es el Dios de los Valientes ...
Me acordé de un niño que conocí hace tiempo. Y no pude evitar querer contártelo.
¿Te acuerdas de ese muchacho que un día dijo "mañana me levanto a las seis, porque tengo que ir a la Universidad", sin tener en los bolsillos más que quince lucas? Ese cuya familia no lo supo sino hasta ese domingo en que el muchacho dijo a qué hora se levantaría el lunes; ese a cuya familia no les parecía buena idea lo de la Universidad ¿recuerdas?
¿Te acuerdas de ese tipo arriesgado, que postuló a becas y a crédito, cuyos resultados le darían en mayo de ese año? ¡Y él sin más que con quince lucas en los bolsillos !
¿Te acuerdas de ese chico arriesgado? ¿A ese al que yo admiraba tanto? ¿Ese que soñaba con una carrera Universitaria, pero que tenía los puros sueños? ¿Ese que decía que soñar algo es empezar a tenerlo?
Pues, yo lo había olvidado.
Hasta hoy, en que me topé con otro oligofrénico, que también hizo una locura semejante: Hoy es su último día de trabajo en ese Estudio Jurídico donde trabajaba (y donde se encuentra seguro), y se lanza a otro trabajo, desconocido, más difícil y con más responsabilidad .
No tiene idea de la pega. Pero él dice que Dios es el Dios de los Valientes ...
Virar en U
Y cuando todo te dice que no doblés la esquina aquella... Vas, y es lo primero que hacés.
(Pero siempre cabe la posibilidad de un viraje en U, furioso, violento y sanador, como ese que te salvó la vida aquella vez).
Cuidado con los juegos .
Tesueño
Anoche soñé con hipocampos colgando del cielo .
Una mujer con una rosa en el cabello.
Un cuadro de Gauguin usado de mantel .
Y que me llamabas para decirme que tú también me querías ...
Castillos de naipes.
- ¿Para que haces castillos de arena, si sabes que vendrá la ola, y no tendrá piedad de ellos?
- Por la misma razón que vivo, sabiendo que voy a morir; o que te amo, sabiendo que me romperás el corazón.
-Ah Eso me recuerda que debo decirte algo...
[Cuando un cartel te dice "peligro de derrumbe" no te puedes quejar si te cae una piedra en la cabeza; pero que eso no sea excusa para no disfrutar el camino.]
Enamorados de alto riesgo.
- "Mujer, el universo converge en tus ojos "- Alcanzó a decir, antes que pasara la camioneta y lo dejara mirando pa' calle Condell, tirado ahí, en el suelo, sin vida, ni poemas ...
[Declamar para aquella mujer, que vivía en esa calle de aceras muy angostas, era un deporte de alto riesgo, y él lo sabía ]
- ¡Poemas y acrobacias!- exclamó ella emocionada al verlo dar la voltereta en el aire...
[ Ella nunca lo comprendió muy bien.]
Falling in love
Nunca me detengo al salir de mi trabajo, pero ese día me senté para abrocharme el zapato en la escalinata. Entonces, el ómnibus paró fuera, y tu ventanilla quedó enfrente de mi puerta.
Y mientras yo me ponía de pie y te gritaba un puñado de poemas, tú me dibujabas un corazón en el vidrio empañado.
La luz cambió al verde, y el ómnibus prosiguió su marcha. Corrí un par de cuadras tras el microbús, y aprendí dos cosas:
A no enamorarme en lo que dura un semáforo en rojo; y
A no correr con las agujetas desatadas
[Desde entonces, me quedo sentado por horas en esa escalinata, para ver si otra luz roja te trae unos segundos de nuevo a mi vida]
La Garante
Conocí a la garante de la libertad, la tolerancia y el pluralismo.
"Usted no lo piense".
"Usted no lo diga".
"Su ego me molesta".
"No prejuicie".
"Lo que pasa es que a Usted le molesta mi capacidad de reflexión".
"Mi escala valórica prevalece".
" Mi tolerancia, sólo con los tolerantes".
Conocí a la garante de la libertad, la tolerancia y el pluralismo. Y me sentí asquerosamente conservador.
La garante cuidaba tanto la libertad que la guardaba en su caja fuerte bajo siete llaves, no dejando que nadie la usara, pues se podía ajar ...
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