Perséfone querida:
Me acordé de un niño que conocí hace tiempo.
Y no pude evitar querer contártelo.
¿Te acuerdas de ese muchacho que un día dijo "mañana me levanto a las seis, porque tengo que ir a la Universidad", sin tener en los bolsillos más que quince lucas? Ese cuya familia no lo supo sino hasta ese domingo en que el muchacho dijo a qué hora se levantaría el lunes; ese a cuya familia no les parecía buena idea lo de la Universidad ¿recuerdas?
¿Te acuerdas de ese tipo arriesgado, que postuló a becas y a crédito, cuyos resultados le darían en mayo de ese año?
¡Y él sin más que con quince lucas en los bolsillos
!
¿Te acuerdas de ese chico arriesgado? ¿A ese al que yo admiraba tanto? ¿Ese que soñaba con una carrera Universitaria, pero que tenía los puros sueños? ¿Ese que decía que soñar algo es empezar a tenerlo?
Pues, yo lo había olvidado.
Hasta hoy, en que me topé con otro oligofrénico, que también hizo una locura semejante: Hoy es su último día de trabajo en ese Estudio Jurídico donde trabajaba (y donde se encuentra seguro), y se lanza a otro trabajo, desconocido, más difícil y con más responsabilidad
.
No tiene idea de la pega.
Pero él dice que Dios es el Dios de los Valientes
...
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