martes, 21 de agosto de 2012

Caerse es un derecho. Levantarse es una obligación.

Así es. Yo construyo este castillo todos los días, y si se cae, en la fragilidad humana con la que lo construyo, lo vuelvo a levantar.
Diez, cien, mil o millones de veces. No importa.
Yo no me rindo, aun cuando el desafío sea ganarle a la mismísima ley de gravedad…


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