miércoles, 31 de marzo de 2010

Guardianes del clóset...




¡Qué país más bananero es Chile! Un país en que es portada de los diarios el que una persona asuma públicamente su opción sexual da cuenta de una nación entera recién bajándose de los árboles. A Darwin le faltó tiempo: de haber convivido un poco más con los chilenos, habría explicado por qué la evolución del homo sapiens se detuvo en esta parte del mundo.
Cuando la gente cree que saquear supermercados es muestra de lo incivilizado del pueblo chileno, poniendo a esos saqueadores “en el otro Chile”, en el Chile incivilizado, rústico, impío e indecente; pero que, a la vez, esa misma gente, cree anormal el que una persona sea/diga/o se sienta con opciones sexuales diversas, tanto como para hacerlo portada, que sea “tema” y objeto de sendas tallas, me parece que se muestra una vez más la hilacha de un país que se cree “progresista” (¡odio ese término!) e igualitario… y sólo eso: “se cree”.
Autoengaño creo que le llaman.

miércoles, 24 de marzo de 2010



Llegaremos juntos a ese árbol.
La próxima vez que bajes de ese tren, yo te estaré esperando en la Estación Paraíso. Te tomaré en los brazos, y descubriremos nuevos colores.
La próxima vez que apaguemos juntos un incendio, desataremos otro en nuestros corazones.
Y seremos felices, lo juro con rabia, con violencia, y con este machismo que ahora mismo pisoteo, para fabricar el altar que te mereces.


miércoles, 17 de marzo de 2010



Hace un tiempo, conocí al padre de una amiga. Obviamente, me preguntó qué hacía en la vida, alcancé a contestar que estaba (Dios mediante) terminando la licenciatura en ciencias jurídicas, cuando se lanzó un discurso contra el sistema de Corporación de Asistencia Judicial, y la forma de esclavitud a favor del Estado (según él) que tal sistema envuelve (él tiene a una hija "estudiando Derecho" en la UDLA :S); contesté –cosa en la que creo- que no sólo debe mantenerse esa ayuda (paupérrima y precaria por lo demás) a la comunidad, sino que debería instaurarse en varias carreras más. No alcancé a terminar de decir eso, cuando se lanzó un incendiario discurso contra “los pobres”, contra los programas sociales de estos gobiernos, y contra todos esos “parásitos” que profitan de tales programas.
Me asombré. Pensaba que tales estereotipos sólo eran para teleseries o para discursos de Moreira, pero no me imaginé jamás que la gente real, común y corriente, tuviera tales ideas. Sólo escuché, con rabia contenida, con algo de pena, y reafirmado cada vez más, que yo sí creo en un mundo mejor, con igualdad de oportunidades, en que prime la solidaridad más que el cálculo económico… En que si uno entra a la carrera de Derecho, sea porque crea en un orden justo, en la Justicia, en la posibilidad de cambiar un poco al mundo, y no calculando que en cinco años, comenzará a recuperar la inversión (5 años en la UDLA, se entiende; más de 8 en una Escuela seria).
Evidentemente, me despedí como todo un caballero (que soy, por lo demás) y me retiré. Creo en la tolerancia para con los intolerantes.

sábado, 13 de marzo de 2010







Te vi.

"En el mismo río entramos y no entramos, pues somos y no somos los mismos"... -recordé y comprobé-

Menos mal, ¡qué alivio!



Benditos griegos...

lunes, 8 de marzo de 2010



Oh, princesa del Nilo: tienes un áspid en la frente; embrujo en esos ojazos sobremaquillados de luz; y veneno en esos labios que son, sin duda, la capital del universo. ¡Qué dulce son tus labios, qué hipnóticos tus ojos, que bien armadas tus estratagemas, dulce generala de las tropas de Egipto!