Nunca me gustó mucho eso de Facebook. Ya la idea de revivir relaciones de “amistad” que se habían visto truncadas por diversas razones –todas de peso- me causaba cierta urticaria.
La promesa de ser como un blog, pero con muchas más aplicaciones; la promesa de ser como fotolog, pero con una mejorada red de relaciones sociales pronta a verificar la teoría de los seis grados; la promesa de ser el sucesor de MSN, etcétera, han quedado en sólo eso: promesas.
El “público” de facebook no espera leer lo que leería en un blog, sino sandeces escritas en el muro con esa justa pizca de hipocresía que uno, ciertamente, espera; el “público” de facebook, no busca ver un álbum de fotos, al menos no un álbum de fotos cuidadas y bien enfocadas, luciendo las bondades de la macro de una cámara, sino fotos del último asado, ojalá en traje de baño; en facebook evito conversar con las mismas personas que tengo “sin admisión” en MSN; y he eliminado a varias personas que, en un arrebato de sociabilidad, he aceptado como “amigos” (nótense las comillas). Ni hablar los términos de uso leoninos.
Y no es que uno tenga una bonita o interesante prosa, ni que tome buenas fotografías -ni mucho menos-. La cuestión está en lo que uno quiere, y lo que los demás esperan encontrar, y, por tanto, lo que son capaces de apreciar. El frac es elegante, pero nadie iría con uno a la piscina; o, al revés, a pocos se le ocurriría ir a un alegato (o a casarse) con bermudas y hawaianas. Es una cosa de usos, ante los cuales me rindo (o éstos me avasallan).
¡No hay caso con mi misantropía!
Lo dicho, sin siquiera mencionar un puñado de malentendidos acrisolados en estos espacios virtuales, que quizá dan fe más de mi ineptitud para tratar con mis semejantes que de la ineptitud congénita de facebook para cualquier cosa, pero que, sin embargo, la observación ha de tenerse por hecha.
El caso es que esta cosa no es idónea, ni para hacer amigos, ni para revivir fenecidas amistades, ni para lucir buenas fotos, ni para verter lo que se vierte en los blogs, o en otros espacios, que -como esas gigantescas antenas parabólicas en el desierto- envían señales al espacio, señales que jamás nadie leerá (gracias a Dios).
Hoy comienzan las transmisiones de esta antena.
1 comentario:
Suerte con la mudanza y que tengas na buena estadía en ésta, tu nueva casa :P
(a ver si esta por fin cumple las espectativas XD)
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