- O te casas conmigo o te mato- Le dijo, blandiendo en una mano un cuchillo y en la otra una caja de bombones. Y hablaba en serio.
A Pepa le gustaba tanto que fuera así romántico: el detalle de los chocolates la subyugó, así que aceptó de inmediato...
(Entre nos, el que la vida junto a Juan no le dejara muchas opciones, también ayudaba mucho. A ella no le gustaba decidir).
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