domingo, 7 de diciembre de 2014

Tu voz, después de siete años.


He terminado todo, he cerrado el paréntesis que marcó la época más oscura de mi vida.
Sólo falta una última cosa, casi sin importancia, sólo queda un plazo, sólo resta que vayan cayendo algunos días, como gotas que se filtran de una cisterna rota hasta vaciarla completamente. Este plazo me tiene sin cuidado.
Mientras eso ocurre, he desenterrado tus cartas, esas que jamás leí. Ahí estaban, donde las dejé, anilladas en papel croquis, con adornos y monitos, esperándome a que las leyera, siendo más fieles que muchas personas que conozco. Desde luego, más fieles que tú misma.  
Te confieso que tengo miedo de saber qué dicen; “tengo miedo de ti” diría en otro tiempo.



…Hoy me he sentado bajo la sombra de un árbol, he preparado el corazón, y he comenzado esa lectura pendiente.

No hay comentarios: