Así
es. Yo construyo este castillo todos los días, y si se cae, en la fragilidad
humana con la que lo construyo, lo vuelvo a levantar.
Diez,
cien, mil o millones de veces. No importa.
Yo
no me rindo, aun cuando el desafío sea ganarle a la mismísima ley de gravedad…