lunes, 25 de abril de 2011

Aprendiz de Teúrgo...


Hace tiempo creí que era medianamente buena persona, en circunstancias que era bien miserable. Sobre todo en esa época de parroquia.
Era remiserable. Y miope.
Hoy, que estoy enclaustrado, no saliendo ni pa’ ir a Misa (¡tiempo sin Inet! ¡sacrébleu!), me sorprende esa verdad practicando de nuevo aquellas viejas autoreglas que había olvidado, y otras nuevas que he ido abrazando; cada una, un ladrillo para construir Buena Vida, tanto para mí, como para el resto.
Uno es uno y sus circunstancias, usando una frase de perfume orteguiano, pero también uno es uno y quienes lo rodean, usando una frase con olorcito a mí. Y digo esto, porque hay que ver que a veces uno se encuentra con personas que sacan lo peor de uno, y uno se desconoce y se asusta, ahora mirando en perspectiva; mientras que con otras personas uno no tiene otro fin al levantarse cada mañana que ser mejor que ayer.
A lo mejor, para ser justos, y pensando que el yo de hoy no es el mismo yo de ayer (usando una frase con aroma al Oscuro de Éfeso), quizá lo que sucede es que ciertas personas tuvieron mala suerte al encontrarse conmigo en mis peores días (o años), y otras son afortunadas de encontrarse conmigo hoy, con las constelaciones a mí favor.
Como sea.
Me siento profundamente agradecido de tener a mi alrededor las personas que hoy están junto a mí...

He abandonado la idea de ser ermitaño y la doctrina de la misantropía.
Saludo rigurosamente al subir a las micros, al colectivo, al llegar a la caja del súper…
Me despido -con sonrisa incluida- del micrero, del colectivero y de la cajera.
Cruzo por las esquinas (y sólo en verde cuando hay semáforo).
Ahora me agradan los niños, las guaguas y toda esa vaina.
Ya no peleo con los colectiveros.
Saludo a todos mis vecinos.
Tomo y me bajo de las micros en los paraderos.
Doy la moneda y no pregunto en que la gastará el señor de la cuneta.
Viajo más a pie (tal vez por eso ya no peleo con los colectiveros).
Tengo planeado ser ligeramente vegetariano.
He vuelto a creer en que un mundo mejor es posible.
He vuelto a creer en las revoluciones silenciosas.
He vuelto a creer que en el mundo hay más héroes que villanos.
He vuelto a creer…
…Y cada vez me sale mejor el remate de la postura del árbol…

1 comentario:

Cathy dijo...

Hola, he pasado a saludar despues de tanto tiempo. Me encantó tu renovado yo. La versión de Pedro Aznar, bella, también me gusta la de Drexler, te la recomiendo. Abrazo!