
Entre ver el sábado “Mary and Max” (película de stop motion de excelente guión, con personajes tremendamente bien construidos, y con una fotografía digna de un Oscar, que me hizo recordar que dentro del cascarón, aun sigo yo, como una nuez), y ver el Domingo cómo los 33 estaban vivos, me faltó sólo ver la cartola de mi cuenta corriente para ponerme a llorar a moco tendido…
No hay comentarios:
Publicar un comentario