- Tú ves al café y a tus relaciones de la misma manera: si se te enfría, simplemente vas por otro.
- Ahora yo te digo mira quien habla…
- Volviendo al tema: Entonces, si la felicidad no existe allá afuera, sino que es un estado de nosotros mismos, alentado por nuestro instinto y sazonado con drogas cerebrales, y que dice relación directa con como interpretamos la realidad más que con la realidad misma… ¿Qué esperan las farmacéuticas que no lanzan al mercado la pastilla de la felicidad de una vez por todas? Muchos preferirán andar como zombies, a vivir de verdad.
En estos dilemas, si fueran reales y no aparentes, entre la felicidad así entendida y la conciencia, me quedo con la conciencia; entre la felicidad y la acción, me quedo con la acción; entre la felicidad y el amor, me quedo con el amor; entre la felicidad y la curiosidad, mil veces me quedo con la curiosidad.
...Y si hubiera una pastilla que me hiciera inmensamente feliz, y otra que me hiciera medianamente inteligente, me tragaría sin dudarlo la segunda.