
Ayer, después de Los ’80, una de las pocas ventanas que abro a la TV, me dio por hacer un pequeño zapping antes de apagar la tele.
Y te juro que pensé que en TVN estaban televisando el concurso de Miss Reef. Pero no.
Era Camiroaga “entrevistando” al “honorable” diputado Alinco, mientras la cámara le hacía un primerísimo primer plano… ¡Qué tipo más cara de raja!
Ya nos había sorprendido con su cero autocrítica cuando lo pillaron haciendo la cimarra todos los días en su “pega” del Congreso. Ya nos había maravillado con su nivel de sapiencia, casi cercano al analfabetismo. Ya nos había dejado anonadados cuando lo pillaron apareándose en una camioneta estacionada en un camino público (lo que amén del mal gusto, del nulo valor de la palabra matrimonial empeñada, denota un nivel de mezquindad exorbitante en no querer desviar algunos pesos de su dieta a solventar un par de horas en un motel).
Ya el ser sorprendido en estado de ebriedad conduciendo un vehículo motorizado, y no cooperar con el control de identidad, nos estaba dejando al borde de un síncope…
Pero lo que vi ayer, en ese primerísimo primer plano fue fuera de todo límite (incluso para Ainco): Aparte de no admitir culpa alguna, a niveles sicopáticos, de decir que todos esos pastelazos que se mandó es porque “él es del Pueblo”, un “hombre de trabajo, como usted” (argumentos que me parecen derechamente ofensivos para quienes sí somos gente de trabajo y “del Pueblo” –si es que hay algo que se pueda llamar así-), se mandó tremendo consejo: LA ALCOHOLEMIA ES VOLUNTARIA!! Algo así como que da lo mismo hacérsela o no, y lo que es peor, NEGARSE LA ALCOHOLEMIA ES UN DERECHO CIUDADANO! (perdón por el abuso de las mayúsculas) Cachai? “Derecho ciudadano” poh…
Debería ser “Derecho ciudadano” el pedir la destitución de estos weones mediante un cierto número de firmas o mediante alguna acción popular ante los Tribunales o ante el Tribunal Constitucional, o ante la Rota Romana, o quésésho… O mejor, debería ser un “derecho ciudadano” el permitir que todo aquel que quiera, pueda (previo llenado del correspondiente formulario) pegarle un par de patadas en la raja a diputados como este señor…
En fin, se supone que renunció a la Concertación, y ahora está junto a aquellos de su misma calaña: Se fue al partido de MEO.