martes, 12 de octubre de 2010

Tú.

http://www.youtube.com/watch?v=LDoluSXuE9s



Yo sé de tantas y de tan buenas razones para morir…


…Pero una sola basta –poderosísima- para querer seguir viviendo:








Tú.

viernes, 8 de octubre de 2010

UNO PROPONE Y DIOS DISPONE



Qué curioso. Desde los catorce años más o menos, tracé lo que sería el resto de mi vida, detalladamente, incluyendo la fecha tentativa en que daría el primer beso, pasando por las niñas con que pololearía, la carrera que estudiaría y la fecha de mi muerte.
Se supone que moriría a los treinta, porque siempre pensé que era buena edad para morirse (en el entendido que mi itinerario se hubiera cumplido cabalmente, cosa que no sucedió): se supone que estaría titulado (ojalá summa cum laude), casado y con un hijo de 5 años, lo suficientemente grande como para haberlo disfrutado, y lo suficientemente pequeño para que me viera aún como héroe, y terminara guardando ese recuerdo de mí.
Todo se desbarajustó saliendo del liceo, con el servicio militar. Luego siguió el entrar a Derecho y no a Física, posteriormente, el amor llegó en momentos no adecuados, la Mamá se fue... Para terminar, la Memoria de Licenciatura y el Examen de Grado se dilataron más de lo calculado.
En este país de mierda uno ni siquiera se puede suicidar cuando quiere.





(gracias a Dios)